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domingo, 28 de abril de 2013

Ruta btt Cañamero a Berzocana por la Dehesa de la Nava


El Roble de la Nava, declarado Árbol Singular de Extremadura



Otra información sobre la ruta la puedes encontrar en :Ruta Cañamero -Berzocana

 Esta ruta coincide en sus inicios con la ruta que ya subí en septiembre de 2012, Ruta Cañamero - Berzocana - Cañamero, hasta llegar a Navarredonda, lugar en la carretera de Logrosán a Berzocana donde encontramos el primero de los dos carteles que nos dan información de la Sierra de Cabezas de Águila,,Lugar de Interés Comunitario (LIC), perteneciente a la Red Natura 2000 y aprobada en el año 2006. Por tanto, prescindo de la descripción de esta primera parte, aunque sí incluyo una panorámica desde uno de los puntos más altos en ese primer trayecto:

Llegando a Navarredonda, en el km 11 de la mencionada carretera de Logrosán a Berzocana, sale un carril a la izquierda, donde hay una alberca de paredes de piedra y barro y donde se encuentra el mencionado cartel informativo

. Poco más adelante encuentro el Arroyo de la Nava, de aguas tranquilas, mansas y cubiertas de flores blancas, ranúnculus sp:

 El lluvioso invierno nos ha regalado una primavera exuberante, llena de colores, aunque está un poco atrasada. Los robles, en la zona baja, en las vegas de los arroyos, se encuentran aún sin hojas pero da una imagen inesperada y maravillosa de la naturaleza.








Además de los robles, junto a los arroyos, se pueden encontrar también endrinos, cuyos frutos, los endrinos, del tamaño de un guisante, se utilizan para hacer pacharán. Basta dejarlos en maceración en un buen anís un tiempo y aquiere un aroma y sabor riquísimo.





















Mi primera idea era hacer una ruta más larga. De hecho, además de ver el Roble, continué el carril que dejamos a la derecha cuando llegamos al cartel que da información del Roble de la Nava. Llegué hasta la cima de la sierra pero allí encontré una puerta con candado que me impedía seguir el camino que tenía previsto  hasta llegar a Berzocana por otros caminos y no por la carretera. Al lado, otra puerta con paso canadiense me permitía seguir, pero desconocía hasta dónde me llevaría. Posteriormente he conocido que por la segunda puerta hay un camino, aunque más largo, que también me llevaría hasta Berzocana. Para otra ocasión.
 Decido volver sobre mis pasos y llegando a Navarredonda cojo la carretera que había dejado anteriormente. Impresiona el campo verde con los colores de las retamas blanca y amarilla ( Cityssus sp).
La vista de Berzocana, con la Barrera de las Sábanas al fondo, es impresionante:


Acabo la ruta en el pueblo de Berzocana, y me doy el gusto de tomar una cerveza en su plaza, rodeada por los álamos.

Gynandriris sisyrinchiun ( especie afín a los lirios



jueves, 18 de abril de 2013

Ruta mixta a la Lorera de la Trucha


Para ver otros detalles visitar :  Ruta a la Lorera de la Trucha




Inicialmente, la idea era hacer una ruta más amplia pasando por la Lorera, que aún no conocía, subir al Hospital del Obispo y bajar por la Calera, Alía hasta encontrar el punto de partida. Este es el área de descanso de la Lorera de la Trucha, que se encuentra junto al río Guadarranque, en la carretera EX-102, de Alía a Puerto de San Vicente. Y decía que la ruta inicial era más amplia, pero me enamoré de la Lorera y eché allí mucho más tiempo del previsto. Y mereció la pena.

Llego con la bicicleta en el coche hasta el Área de Descanso mensionado y allí inicio la ruta en ella









Al poco de iniciar el camino, el valle se abre, con una llanura amplia y verde donde pacen las ovejas relajadamente.
El camino discurre entre la vegetación típica de la comarca: jaras, encinas, robles y descubro abundante romero que está en flor. La Sierra de Altamira a la derecha y las del Hospital del Obispo y de la Palomera a la izquierda. Más adelante hay sembrados cipreses a ambos lados del camino,  que lo hacen más llevadero al ir entre sombras, aunque aún no hace mucho calor.
Atravieso el río por un puente. Poco después, grandes cantidades de madera de pino que parece que lleva mucho tiempo sin sacar y posiblemente pudriéndose.
 Vuelvo a cruzar el río por otro puente y encuentro un antiguo vivero, ya abandonado. A partir de aquí, en la siguiente bifurcación, tomo el carril de la izquierda. Muy pronto encuentro un arroyo, lo que me hace dudar, porque cuando preparé la ruta no me percaté de que tenía que atravesar algún arroyo. La cantidad de agua que lleva es aún abundante, después de la época de lluvias, así es que cuando atravieso el arroyo acabo mojándome los pies. Poco después, encuentro un segundo arroyo y poco más adelante una curiosa casa que
llamé de las chimeneas, con techo de tierra y ondulada que me recordó una de las casas de los "hobbits" (aunque para nada la fachada). Desde aquí se observan ya las peñas de cuarcita que provocan el encajonamiento de la Garganta de la Trucha.

A partir de aquí, el carril emieza a subir. Muy cerca de la casa, en la primera curva, podríamos tomar la bajada hacia la Trucha, pero yo continúo hacia arriba hasta llegar al Collado de la Celadilla. Aquí hay una indicación hacia el Molino de la Trucha. Llego hasta el río, ahora andando, y para atravesarlo tengo que meterme en el agua pues no encuentro un paso a mano para hacerlo.
Pasando el río pronto encuentro la garganta donde empiezo a ver los loros ( Prunus Lusitanica). El agua está fría, limpia, transparente y las raíces de los alisos, fresnos y loros se entrelazan como los brazos de los amigos.                                 
 El loro es un arbolillo de hasta 15 m de altura.
Posee una corteza lisa de color gris oscuro.
Hojas: Hojas ovales de un color verde
oscuro por el haz y verde claro sin brillo por el
envés. Son alternas y borde algo aserrado
Flores: Son pequeñas, compuestas por
cinco pétalos blancos. Se disponen en racimos y
suelen florece entre los meses de marzo y julio.
Fruto: Es una drupa de color verde al
principio que va tomando un color negro en su
madurez. Suele madurar desde el mes de agosto
hasta enero.
Observaciones: lo podemos encontrar en
pequeños bosques de loreras en el curso más alto
del Ruecas y El Brazo. Es una especie relicta,
representante de los antiguos bosques de niebla
terciarios, la laurisilva, que perduran en reducidos
parajes de su antigua extensión original debido a
unas condiciones climatológicas favorables.



 Contínúo aguas arrriba y cada vez la lorera es más densa y mágica:


La anterior es una nueva prueba con Photosynth, aunque tampoco está muy conseguida. Incluso creo que se maneja mejor con el ratón directamente sobre las fotografías ( habrá que seguir intentándolo).
Me quedó una parte sin explorar por no llevar el mapa adecuado. Aunque con la bicicleta continué camino hacia el Hospital del Obispo, después de comer decido dar la vuelta y volver hasta encontrar el punto de partida.
De vuelta, me fijo lo destacado de los quejigos ( y también fresnos), con sus hojas recién salidas, de un verde claro e intenso y que destaca entre el verde más oscuro de las jaras y las encinas.


jueves, 28 de febrero de 2013

Ruta btt Guadalupe - Hornos de cal de La Calera - Alía - Guadalupe


Para ver más detalles de la ruta ver: Ruta Guadalupe - La Calera - Alía -Guadalupe.




Después de un par de meses en los cuales una pequeña lesión de rodilla y un poco desgana con el frío, reinicio la exploración de nuevas rutas para mí.
El primer trayecto entre Guadalupe y La Calera es compartido también con la ruta Guadalupe - La Calera - Hospital del Obispo - Guadalupe. Es la segunda vez que hago el recorrido entre Guadalupe y La Calera, un recorrido algo duro como ya comenté en la otra entrada por las elevadas pendientes aunque las bajadas suelen dar un respiro para recuperar las piernas.

Ha amanecido un buen día, luminososo, soleado y muy frío. Las sombras aún resguardan las heladas. En las subidas parece sobrar algo de ropa pero en cuanto te abres el cortaviento, el frío penetra hasta el pecho y hay que volver a cerrarlo.En las bajadas, las orejas se enfrían hasta el dolor, pero en general se va bien.

La subida al Cerro de Cabeza  Rasa se hace dura, sin embargo, quizás porque he tenido que cambiar las coronas de la bicicleta y la más pequeña, que antes era un 24 ahora es un 22, consigo subir  sin tener que bajarme de la bicicleta. También porque después de este largo descanso en el que solo he hecho pocos kilómetros, tengo las piernas descansadas. Aun así, la subida se hace larga, siempre esperando a llegar a donde parece que hay un breve descano, un pequeño llano, pero cuando llegas allí siempre te pareceque la carretera tira más hacia arriba. El leve orgullo de no bajarme de la bicicleta hace que aguante, ahora, a mis 52 años recién cumplidos. Bueno también los disparos que oigo a mis espaldas. Hoy es domingo y habrá cacería. No sé si rezarle a la virgen para que no se me cruce algún cazador de los que disparan sin ver, que hay más de uno, y eso pensando que el vino o el aguardiente de las migas no le haya nublado la vista.Al llegar a la cima, la recompensa, las vistas del paisaje poblado de encinas y  jaras y al fondo, Guadalupe.  

Comienzo a bajar hacia el arroyo de Valtravieso. He de abrigarme bien porque con la velocidad el frío se intensifica. Tras algunas subidas y bajadas me encuentro la presa sobre el arroyo Jarigüela, que abastece de agua a Alía.

Poco antes de llegar a La Calera, en una curva a izquierdas, tras la cual me encuentro un castañar, sale a la izquierda un carril empinado. Llego rápidamente a una era que me sorprende por su tamaño y su forma. Es , para mi sorpresa, de forma rectangular, cuando todas las que hasta ahora había visto eran circulares,  y aproximadamente de unos 14 x 16 m, bien conservada con su suelo empedrado y sus laterales protegidos por lanchas de pizarra.


Paralelo a uno de los laterales de la era, sube un camino que discurre por una calle entre las fincas. Poco antes de cerrarse esa calle, se ve hacia la izquierda y arriba unas montoneras de piedras que me hacen pensar que es ahí donde están los hornos de cal. Y así es:


El suelo parece estar nevado de  flores del almendro, en sus últimas bocanadas de belleza.









Los hornos parecen tener algomás de dos metros de diámetro y de 3 a 4 m de altura, de paredes de piedra y tierra, aprovechando la roca cuando es posible.


En el fondo de horno se acumulaba leña, especialmente de encina, con alto poder calorífico. Encima se acumulaba la piedra de carbonato de calcio ( CaCO3) de tal forma que el calor se extendiera de forma igual por todo el horno. Este se mantenía encendido unos tres días, con temperaturas próximas a los 900 ºC.
El proceso quìmico es
                                        CaCO3 + Q (calor) ----> CaO (óxido de calcio)  + CO2
El óxido de calcio es la cal viva, a la cual si se le agrega agua, se obtiene la cal apagada, que es el hidróxido de calcio:                                    CaO + H2O ----> Ca(OH)2

La cal,entre otros muchos usos, se utiliza como conglomerante en la construcción; de hecho, en estas caleras se produjo la cal para la construcción del Monasterio de Guadalupe.

En esta fotografía se aprecia  las rocas de carbonato cálcico, que aparece en los flancos del anticlinal del Viejas

Incluyo un enlace donde se puede ver cómo se rrellena un horno de cal, aunque el horno que se muestra no es totalmente igual, pero sirve para hacernos buena idea:
http://www.atelier-st-andre.net/es/paginas/tecnica/tecnica_fresco/produccion_cal.html 



En los alrededores de los hornos encuentro esparragueras(Asparagus sp), una delicia para consumir al final  del invierno y principios de la primavera.
 
Dejo atrás la calera y en vez de volver hacia atrás continúo el camino apareciendo en el camino de La Calera hacia el Hospital del Obispo, a unos 200 m del pueblo. Por aquí, el acceso a los hornos es más fácil.





Bajo hacia el pueblo. Es un pueblo pequeño,  encontrando a poca gente por sus calles:

   

.Encuentro un viejo de paso lento al cual pregunto sobre la ubicación de un molino, el Molino de Enriadero.Aunque le digo que bas ta que me indique hacia dónde tengo que ir, me acompaña hasta mostrarme el camino adecuado. Gente amable . Se puede observar fácilmente el cauce y el cubo en forma de rampa. La maleza, y sobretodo los zarzales me impiden ver el interior del molino, que no tiene techumbre. Intento acceder por las paredes del cubo para ver el interior pero desisto con el miedo en el cuerpo porque al ir solo me parece demasiado riesgo una caída sin que nadie sepa de mí.
Tomo la carretera hacia Alía con un terreno más plano, de pradera y abundante ganado ovino.
Se asciende un puerto no muy elevado desde este lado, mucho mayor hacia el lado de Alía. Desde lo alto del puerto hay unas bonitas vistas.

Llegando a Alía tomo el camino viejo de Guadalupe (GR 212). Se trata de una pista que en su primera parte no está muy mal. Cuando he visto el camino propuesto en otros itinerarios, se abandona la pista a la altura de una pequeña ermita u oratorio a la virgen de la Inmacualda, junto a la carretera. Sin embargo, evitando ir en bicicleta por carretera más transitada, continúo por la pista hasta encontrar un puente sobre un arroyo. Antes del puente abandono la pista y subo por otro camino junto al arroyo hasta llegar a unas paredes de piedra; desde allí accedo a la carretera, pero realizando un menor tramo por ella hasta pasar una curva en herradura  bastante amplia, encontrando una casa rural, o albergue,  a la derecha. Allí continúo el camino hacia Guadalupe.
 Al principio el carril es muy empinado, bastante húmedo, piedras sueltas y en mal estado, por lo que tengo que echar pie al suelo  hasta alcanzar el collado del Madroño. El carril mejora algo después , bajando hasta el arroyo de la Hoja.  Una nueva subida y bajada hasta alcanzar el arroyo de Valhondo y de aquí hasta alcanzar Guadalupe, saliendo a la carretera a la altura de la gasolinera y fin de trayecto.



jueves, 10 de enero de 2013

Ruta mixta Cañamero - Minas de cobre del Guadalupejo (Alía)

La ruta desde Cañamero hasta el Puente Nuevo sobre el Guadalupejo está recogida en la anterior entrada : Ruta btt Cañemro - Alía ( ruta de los molinos) por lo que prescindo de ella. Solo expongo la ruta desde el anterior puente hasta las Minas de cobre. Para ver el perfil y  otros detalles ver: Ruta a las Minas de cobre de Alía ( en wikiloc).


Justo en el área de descanso Molino del Guadalupejo tomamos la pista de tierra que nos llevará a las minas. A unos 50 m hay que atravesar un arroyo que a estas alturas del año lleva bastante agua. Decido buscar un punto donde el arroyo sea más fácil de pasar y evitar la posibilidad de mojarme los pies, ya que el día está frío y con niebla. Y eso hago, unos metros aguas arriba del arroyo atravieso el arroyo, aunque hay muchos tamujos (Flueggea tinctoria), arbusto espinoso de unos 2 m de altura.
Rápidamente la pista comienza a subir hacia la sierra,al principio suavemente y después con pendientes elevadas . calculo que en algún tramo habrá hasta cerca de un 20 %.Me tengo que bajar de la bici y aprovecho para hacer una bonita fotografía del valle con el puente romano sobre el Guadalupejo.
Después de andar unos metros, vulvo a subirme a la bicicleta y completo la subida hasta encontrar una portera, cerrada solamente con una cuerda. Sigo adelante hasta encontrar una gran explanada casi despejada de árboles hasta la altura de una charca que hay a la izquierda de la pista. Dejo la bicicleta bajo una encina y me dirijo, a la derecha de la pista,  hacia lo que parece una especie de habitáculo redondo con un zócalo  de piedra. Cuando llego observo que quizás se trate de un pozo de la mina, que sirviera también de entrada, aunque actualmente está repleto de agua.
Se observa mejor el pozo desde la parte superior, que está abierta. Allí encuentro los huesos de una oveja que debió caer y no pudo salir de allí. Aunque no se ve bien, se puede apreciar en el centro un arco de ladrillo.
Sigo hacia abajo, en la dirección del arroyo y  a unos 500 m se observa los vertidos de piedra extraída de las minas. Estas se encuentran valladas y por precaución no se debería entrar, al menos no hacerlo solo.La primera que visito está a cielo abierto.


En algunas de las fotografías se observa el color verde azulado del mineral de cobre.
En la segunda mina se observa la entrada de una galería pero decido no entrar por dos razones: la primera, porque voy solo y desconozco los peligros que puede presentar; la segunda porque el suelo está lleno de agua  y no voy preparado para ello.

Aquí encuentro una muestra del material del mineral que se extraía:
He consultado con un compañero y, aunque no lo tiene claro, parece contener malaquita, un carbonato de cobre. Las manchas marones seguramente contiene un mineral de hierro. Debo decir que las muestras estaban a la intemperie por lo que seguramente ha sufrido el efecto de los meteoros.

A la vuelta, decido atravesar el arroyo directamente pero la profundidad es mayor de la esperada y acabo con los pies completamente mojados. Tenía la intención de visitar los molinos que la semana anterior me quedaron por ver pero con los pies así decido dejarlo para otra ocasión. Decido subir a Alía, pero hay unas elevadas pendientes hasta llegar al pueblo. Tomo una cerveza y regreso hacia Cañamero, con los pies mojados y helados por el frío. La niebla no acaba de levantar.


Ruta realizada el día 30 de diciembre de 2012.