jueves, 28 de febrero de 2013

Ruta btt Guadalupe - Hornos de cal de La Calera - Alía - Guadalupe


Para ver más detalles de la ruta ver: Ruta Guadalupe - La Calera - Alía -Guadalupe.




Después de un par de meses en los cuales una pequeña lesión de rodilla y un poco desgana con el frío, reinicio la exploración de nuevas rutas para mí.
El primer trayecto entre Guadalupe y La Calera es compartido también con la ruta Guadalupe - La Calera - Hospital del Obispo - Guadalupe. Es la segunda vez que hago el recorrido entre Guadalupe y La Calera, un recorrido algo duro como ya comenté en la otra entrada por las elevadas pendientes aunque las bajadas suelen dar un respiro para recuperar las piernas.

Ha amanecido un buen día, luminososo, soleado y muy frío. Las sombras aún resguardan las heladas. En las subidas parece sobrar algo de ropa pero en cuanto te abres el cortaviento, el frío penetra hasta el pecho y hay que volver a cerrarlo.En las bajadas, las orejas se enfrían hasta el dolor, pero en general se va bien.

La subida al Cerro de Cabeza  Rasa se hace dura, sin embargo, quizás porque he tenido que cambiar las coronas de la bicicleta y la más pequeña, que antes era un 24 ahora es un 22, consigo subir  sin tener que bajarme de la bicicleta. También porque después de este largo descanso en el que solo he hecho pocos kilómetros, tengo las piernas descansadas. Aun así, la subida se hace larga, siempre esperando a llegar a donde parece que hay un breve descano, un pequeño llano, pero cuando llegas allí siempre te pareceque la carretera tira más hacia arriba. El leve orgullo de no bajarme de la bicicleta hace que aguante, ahora, a mis 52 años recién cumplidos. Bueno también los disparos que oigo a mis espaldas. Hoy es domingo y habrá cacería. No sé si rezarle a la virgen para que no se me cruce algún cazador de los que disparan sin ver, que hay más de uno, y eso pensando que el vino o el aguardiente de las migas no le haya nublado la vista.Al llegar a la cima, la recompensa, las vistas del paisaje poblado de encinas y  jaras y al fondo, Guadalupe.  

Comienzo a bajar hacia el arroyo de Valtravieso. He de abrigarme bien porque con la velocidad el frío se intensifica. Tras algunas subidas y bajadas me encuentro la presa sobre el arroyo Jarigüela, que abastece de agua a Alía.

Poco antes de llegar a La Calera, en una curva a izquierdas, tras la cual me encuentro un castañar, sale a la izquierda un carril empinado. Llego rápidamente a una era que me sorprende por su tamaño y su forma. Es , para mi sorpresa, de forma rectangular, cuando todas las que hasta ahora había visto eran circulares,  y aproximadamente de unos 14 x 16 m, bien conservada con su suelo empedrado y sus laterales protegidos por lanchas de pizarra.


Paralelo a uno de los laterales de la era, sube un camino que discurre por una calle entre las fincas. Poco antes de cerrarse esa calle, se ve hacia la izquierda y arriba unas montoneras de piedras que me hacen pensar que es ahí donde están los hornos de cal. Y así es:


El suelo parece estar nevado de  flores del almendro, en sus últimas bocanadas de belleza.









Los hornos parecen tener algomás de dos metros de diámetro y de 3 a 4 m de altura, de paredes de piedra y tierra, aprovechando la roca cuando es posible.


En el fondo de horno se acumulaba leña, especialmente de encina, con alto poder calorífico. Encima se acumulaba la piedra de carbonato de calcio ( CaCO3) de tal forma que el calor se extendiera de forma igual por todo el horno. Este se mantenía encendido unos tres días, con temperaturas próximas a los 900 ºC.
El proceso quìmico es
                                        CaCO3 + Q (calor) ----> CaO (óxido de calcio)  + CO2
El óxido de calcio es la cal viva, a la cual si se le agrega agua, se obtiene la cal apagada, que es el hidróxido de calcio:                                    CaO + H2O ----> Ca(OH)2

La cal,entre otros muchos usos, se utiliza como conglomerante en la construcción; de hecho, en estas caleras se produjo la cal para la construcción del Monasterio de Guadalupe.

En esta fotografía se aprecia  las rocas de carbonato cálcico, que aparece en los flancos del anticlinal del Viejas

Incluyo un enlace donde se puede ver cómo se rrellena un horno de cal, aunque el horno que se muestra no es totalmente igual, pero sirve para hacernos buena idea:
http://www.atelier-st-andre.net/es/paginas/tecnica/tecnica_fresco/produccion_cal.html 



En los alrededores de los hornos encuentro esparragueras(Asparagus sp), una delicia para consumir al final  del invierno y principios de la primavera.
 
Dejo atrás la calera y en vez de volver hacia atrás continúo el camino apareciendo en el camino de La Calera hacia el Hospital del Obispo, a unos 200 m del pueblo. Por aquí, el acceso a los hornos es más fácil.





Bajo hacia el pueblo. Es un pueblo pequeño,  encontrando a poca gente por sus calles:

   

.Encuentro un viejo de paso lento al cual pregunto sobre la ubicación de un molino, el Molino de Enriadero.Aunque le digo que bas ta que me indique hacia dónde tengo que ir, me acompaña hasta mostrarme el camino adecuado. Gente amable . Se puede observar fácilmente el cauce y el cubo en forma de rampa. La maleza, y sobretodo los zarzales me impiden ver el interior del molino, que no tiene techumbre. Intento acceder por las paredes del cubo para ver el interior pero desisto con el miedo en el cuerpo porque al ir solo me parece demasiado riesgo una caída sin que nadie sepa de mí.
Tomo la carretera hacia Alía con un terreno más plano, de pradera y abundante ganado ovino.
Se asciende un puerto no muy elevado desde este lado, mucho mayor hacia el lado de Alía. Desde lo alto del puerto hay unas bonitas vistas.

Llegando a Alía tomo el camino viejo de Guadalupe (GR 212). Se trata de una pista que en su primera parte no está muy mal. Cuando he visto el camino propuesto en otros itinerarios, se abandona la pista a la altura de una pequeña ermita u oratorio a la virgen de la Inmacualda, junto a la carretera. Sin embargo, evitando ir en bicicleta por carretera más transitada, continúo por la pista hasta encontrar un puente sobre un arroyo. Antes del puente abandono la pista y subo por otro camino junto al arroyo hasta llegar a unas paredes de piedra; desde allí accedo a la carretera, pero realizando un menor tramo por ella hasta pasar una curva en herradura  bastante amplia, encontrando una casa rural, o albergue,  a la derecha. Allí continúo el camino hacia Guadalupe.
 Al principio el carril es muy empinado, bastante húmedo, piedras sueltas y en mal estado, por lo que tengo que echar pie al suelo  hasta alcanzar el collado del Madroño. El carril mejora algo después , bajando hasta el arroyo de la Hoja.  Una nueva subida y bajada hasta alcanzar el arroyo de Valhondo y de aquí hasta alcanzar Guadalupe, saliendo a la carretera a la altura de la gasolinera y fin de trayecto.



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