domingo, 2 de noviembre de 2014

RUTA DEL VALLE DE INCLES A LOS LAGOS DE JUCLAR

Para otra información, acceder al siguiente enlace: Ruta a los lagos de Juclar.



Partiendo desde Andorra la Vella en dirección al Pas de la Casa, seguimos en coche hasta pasado El Tarter y antes de llegar a Soldeu, en una curva amplia tomamos ,a la izquierda, una carretera muy estrecha que penetra en el Valle de Incles. Si vamos pendiente, está señalizado. La carretera es muy estrecha y solo en algunos puntos es posible cruzarse con otro coche. Llegamos hasta el Pont de la Baladosa, donde podemos dejar el coche en un aparcamiento. Allí mismo tomamos el principio del camino hacia Juclar.
Este empieza subiendo suavemente, un camino amplio, muy húmedo y con hielo ya en este tiempo. A unos 15 min, el camino se bifurca. 






Tomamos el de la izquierda que indica hacia el Refugio de Juclar. 









A unos 100 m, atravesamos el río por un pequeño puente. Allí hay un merendero, mesas y sitio para hacer barbacoas. 
A partir de aquí el camino se inclina más, y se hace más difícil el paso. Solamente algunos tramos más o menos llanos te dan un respiro.Tenemos el río a nuestra derecha y está bien señalizado y marcado. 




Más arriba atravesamos el río por una pasarela de madera, desde donde hay unas bonitas vistas. El agua cae formando saltos de agua. 


Si vamos pendiente, podremos comer ( aún en estas fechas) arándanos silvestres. 


Por fin alcanzamos una zona más o menos llana y desde ahí no queda mucho hasta el muro que cierra el Estany Primer, cerca ya del refugio de Juclar. 



Seguimos al nivel superior del lago, que ahora está mucho más bajo, hasta llegar al Estany Segon. Cuando el Primer está lleno no se puede seguir este camino ya que pasa por debajo del nivel superior. Las vistas del circo impresionantes, bajo las Crestes del Siscaró.
Estany Segon. Al fondo las crestas del Siscaró.
Las aguas del lago son cristalinas aunque desde lejos parezcan negras.
Nos llama la atención el color de las piedras sobre las que discurre el agua que mana de unas piedras al lado. Lo llamé el río de oro.

Volvemos sobre nuestros pasos y visitamos el Refugio de Juclar, en estas fechas ya cerrado pero que en verano parece ser que se puede comer en él, además de su utilidad propia.
Entre la vegetación más abundante están los pinos negros, una especie de rododendro ( Rododendro ferrugineum), del que encuentro un ejemplar que aún tiene unas flores aunque un poco pasadas.

También abundan los enebros, en este caso el común (Juniperus communis) que se abraza a las rocas buscando la protección de estas.


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