Para otros detalles: Ruta Berzocana - Cancho del Reloj
La mañana ha salido bastante fresca. A la hora de la salida aún encuentro por el camino las hojas de las encinas heladas.
Las agallas, que algunos confunden con frutos de árboles del género Quercus ( encinas, robles, quejigos, etc) surgen en las ramillas aún jóvenes. Las agallas son una excrecencia que crean las anteriores especies y otras como defensa ante la picadura, infecciones y la puesta de huevos de algunos insectos como ciertas avispas. Si la cortamos por la mitad podremos encontrar una larva en el centro de la agalla, si aún no ha salido de ella. Cuando ya lo ha hecho encontraremos un agujero por el que habrá salido.
Se inicia la ruta en la plaza de Berzocana. A 100 m encontramos la iglesia de San Juan Bautista, visita obligada en Berzocana porque se trata de una iglesia declarada Monumento Histórico-artístico Nacional, donde se hallan las reliquias de San Fulgencio y Santa Florentina. Impresionará por sus dimensiones interiores y su belleza, con aires de una auténtica catedral. Salimos de Berzocana por una pista de cemento en la que, antes de llegar a encontrarnos con la carretera, podemos ver la Cruz de los Santos. Cogemos la carretera que nos lleva hacia Solana y durante unos dos kilómetros y medio caminamos por ella.
Se trata de una carretera con poco tráfico. Llegado el collado de la Era de Alcornocalejo, donde se encuentra la antigua ermita de San Isidro, empezamos a descender hacia Solana. A medio kilómetro más o menos vemos a nuestra izquierda una copia de la estela del guerrero de Solana.
En ese punto podemos continuar por la carretera pero recomiendo entrar en la Dehesilla de Solana y andar entre los alcornoques y robles de la Dehesa.
Nos encontraremos con una ermita pequeña dedicada a la virgen del Tejar, lugar donde podemos salir por una portilla a la carretera.
Salimos de nuevo a la carretera. Desde allí vemos arriba el Cancho del Reloj.
Dos cientos metros más abajo,a nuestra derecha encontramos otra portilla por la que pasamos a una pista de tierra que empieza a subir suavemente hacia el Cancho , entre alcornoques.
Poco a poco la pendiente se eleva hasta encontrar un pequeño descampado, una antigua era, desde la que vemosa nuestro frente el Cancho.
Atravesamos la era y el carril se bifurca. Debemos coger el que tenemos al frente, hacia el cancho. Poco más adelante, el carril se divide de nuevo. Recomiendo tomar el de la izquierda que pronto gira otra vez a la derecha subiendo.
Encontraremos paredes de piedra en el frente del cancho mientras subimos. Desconozco si se trata de construcciones de pastores para conseguir pequeñas zonas planas donde cultivar o tienen origen en construcciones más antiguas com protección a mdodo de fortaleza. Una cuestión a investigar.El paisaje de un verde que lo llena todo: las piedras, los troncos de las encinas cubiertos de musgo.
Una vez que tenemos el cancho a nuestra vista, continuamos hasta casi dejarlo atrás, momento en el que saldremos de la pista y subimos derechos hacia los riscos de cuarcita hasta 3 paredes rocosas verticales donde encontraremos las pinturas rupestres.
Las pinturas se hallan en tres paneles distintos en sus respectivas paredes. Las más fáciles de reconocer y ver son las del panel central. Mi referencia es el libro, que ya no se edita, cuyo autor es José Julio García Herranz, profesor en la Universidad de Extremadura cuyo títutlo es"La Pintura rupestre esquemática en la comarca de las Villuercas (Cáceres)". El contenido en cuanto a la localización de las pinturas en paneles y mucha información es totalmente vigente, sin embargo, según el mismo autor, la interpretación y algunas teorías relativas a ello, no lo son tanto. Con él he podido disfrutar de más de una ruta por la crestas de cuarcita de nuestra comarca, empapándome de su sabiduría, siempre a mi modesta medida.
Los motivos más importantes son algunos antropomorfos, barras y puntos, con algún otro más como zoomorfos y soliformes.
Merece la pena darse la vuelta por el Cancho del Reloj, desde donde hay bonitas vistas del valle.
Bajo de nuevo hasta la pista y retomo el camino hacia atrás.Allí encuentro un rebaño de cabras que pastan por la zona. Poco más adelante, con el cabrero. Me paro con él, con José María ( Mare) y me comenta acerca del abrigo de
Santa Lucía, próximo al Cancho del Reloj, donde me cuenta una historia y
me dice que allí hay " un bisonte" o " una cabra" dibujado en la pared
del abrigo.
Me despido de él y decido dirigirme hacia allí ya que desconocía la existencia de ese abrigo. En la
primera vuelta de la pista la abandono en dirección paralela a las crestas de
cuarcita por caminos de cabras hasta llegar a la altura del abrigo . Subo hasta él, aunque ya no dispongo ya de mucho tiempo. No encuentro el citado "bisonte" pero sí otras pinturas aunque no están recogidas en el libro de José Julio. Desde allí bajo
hasta el carril y tomo la dirección del collado de Santa Lucía.
Tomo la
pista, en mejor estado, que baja hacia Solana hasta encontrar la
carretera. En esta tomamos hacia la izquierda para volver hacia
Berzocana. Antes de entrar en ella hay un bonito espectáculo de color con que nos regala el otoño mirando hacia la Barrera de las Sábanas:
Solo queda tomar una copa de vino de Cañamero en Cañamero, claro, y pasar por algún restaurante del lugar donde esta semana se celebraba la primera semana gastronómica de la castaña.
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