domingo, 26 de febrero de 2012

Los molinos harineros del Río Ruecas

El ponencia que aquí se puede leer, aparece publicado en las actas de las "I Jornadas Internacionales de Historia y Literatura en la comarca de Las Villuercas", Investigación y Didáctica,  por José Soto Vázquez (Universidad de Extremadura) y Manuel Roso Díaz ( IES Mario Roso Díaz), páginas 99 a 120, editado en Cultivalibros, Colección Estudios en Abril 2010 y celebradas en Logrosán los días 16 y 17 de octubre de 2009. Aparece un error en el nombre del autor ya que el correcto es Benjamín Cruz Cano. Agradecimientos a Milagros Caballero por su traducción al inglés del resumen. El trabajo es la ponencia presentada en las Jornadas, aunque realmente es más extenso y próximamente lo publicaré en el blog.
Los molinos harineros en el Río Ruecas

martes, 21 de febrero de 2012

Ruta mixta Cañamero Pantano - Bosque de madroños - Cañamero

Buscando en Wikiloc el nombre de la ruta ( el del título) podrás encontrar más información acerca del perfil y otros datos. Enlace:   http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2512634



http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?&id=2512634

Podemos iniciar la ruta en Cañamero, en San Miguel ( así conocida, aunque su nombre oficial es otro). Bajando por la calle Berzocana, tomamos rumbo al pantano Cancho del Fresno. Al llegar al muro del pantano podemos ir a nuestra derecha  y hacer el regreso por el otro lado, es indiferente. Seguimos todo el carril que bordea el pantano hasta llegar cerca del final. En el punto donde el carril se divide en tres: de frente, se sube hacia la finca Garganta Quemada, donde recientemente han instalado dos postes forrados de piedra y una puerta metálica;  hacia la izquierda continúa el carril que bordea el pantano y hacia la derecha otro que es el que tenemos que tomar. A unos 500 m encontraremos el arroyo de las Alberquillas. Allí se pueden dejar las bicicletas e iniciar una subida hacia la sierra, con muchas piedras sueltas y algo empinada. Es el tramo más duro. Una vez alcanzada la cima, el camino discurre más o menos sin pendiente hasta encontrarnos, de nuevo, con el arroyo. El vallado de la finca atraviesa el arroyo, cosa que imagino debe estar prohibida, pero ya se sabe, donde manda el dinero.... En ese punto, a nuestra derecha, en la umbría, hay un bonito bosque de madroños, con unos troncos gruesos, viejos, que han resistido el paso del tiempo. Un gran tesoro que doy a conocer con la esperanza de que el lugar sea un refugio de recogimiento, de deleite de lo que la naturaleza nos ofrece y mantiene a nuestro pesar. Es un bello bosque, con una magia especial que te envuelve como la frescura que se respira, con la fertilidad de la tierra negra que hay bajo los madroños. Hay que subir por la ladera y andar de un lado a otro  e iremos encontrando más y más árboles, con el musgo que le da un aspecto especial. Encontraremos pedreras por las que es difícil caminar pero que representan la rudeza de la tierra, el cementerio donde descansa la osamenta de la sierra, la que le mantiene erguida.
Dejamos atrás ese espectáculo y volvemos sobre nuestras pisadas. El brezo está en flor. En lo alto, Las Villuercas, como madre de toda la comarca y, al poco , la superficie azulada del pantano. Cogemos la bicicleta y regresamos por el otro lado del pantano, con la vista relajada sobre el agua.

jueves, 16 de febrero de 2012

Château de la Valette.



Hace muy poco, en navidades, andaba buceando en Google maps, melancólico, recordando viejos tiempos. Visitaba con el programa el Château de la Valette, en Pressigny les Pins, un pueblecito no muy lejos del río Loira. Era una enclave con mucho encanto a donde fui a parar, con muchos compañeros de Universidades Laborales, para hacer un curso de francés. Y allí nos encontramos con alumnos de un colegio de Madrid.
Pues bien, hace apenas unos días, a principios de febrero, me encuentro un mensaje en Facebook de una persona, Rafa Pestano, que me pide amistad. Y ese nombre no se me había borrado. Era uno de los amigos que hice en Francia aquel mes de julio de 1976... sorpresas que da la vida....Y me dice que han creado en Facebook un grupo con la gente que van encontrado y que estuvo aquel verano en el Château de la Valette. Me han agregado al grupo y he encontrado algunas personas de las que aún recordaba su nombre y otros de los que no, pero hay una corriente de simpatía, de bien estar, acogedora y amable que me hace sentir bien entre los pocos ratos que puedo comunicarme con ellos. Me resulta agradable ver fotos de aquella época, recordar buenos momentos. Recordar las clases de por la mañana, las actividades de la tarde, el teatro ( con la obra “ La Jaula” que reescribimos en francés o Antígona que representó el otro grupo), la música y los güateques en la buhardilla. Entre la música que escuchábamos en aquellos momentos había un disco “Mégalopolis” de Herbert Pagani que, por entonces, estaba prohibido en España y fue icono entre nosotros. Y entre las canciones había una de la que recordaba un poco la letra que decía algo así: “Tu ne sais pas faire la cuisine, tu ne sais pas faire le ménage, tu ne sais rien faire pour ton âge, mais tu fais si bien l'amour.....”.
Me ha encantado volver a escucharla......