Llegamos en coche hasta el aparcamiento donde se encuentra la caseta de información del Parque Natural Vall de Sorteny.
Pronto el camino vuelve hasta la pista y continuamos por ella. Una portera cierra el paso a los vehículos. La atravesamos y unos 100 m más arriba cogemos a la derecha el camino que indica hacia el estany del Estanyó. Atravesamos el río por un pequeño puente y ahora el camino se vuelve pedregoso, con abundante agua por todos lados. Esmuy aconsajable ir provistos de buenas botas impermeables.
Multitud de flores que reconozco a medias por pertenecer a familias que conozco de Extremadura pero que habrá que ir aprendiendo: rododenros en flor ( Rhododendron ferrugineum), que se reconoce por el envés de la hoja como con óxido; narcisos, alguna ranunculáceas, orquídeas y otras aún desconocidas para mí.
En árboles o arbolillos destaca el pino negro, abedul, enebro, serbal, etc.
El camino se hace más pendiente y comienza a zigzaguear. La vegetación y los diferentes verdes te envuelven en la subida, dejando ver las montañas con algún resquicio de nieve.
Por fin, la arboleda se hace escasa y llegamos a lugares abiertos, praderas llenas de flores.
Encontramos una pared con una valla de madera y un paso por ella. Tengo la impresión de que el lago está ahí a un paso pero al alcanzar el punto encuentro una llanura verde, repleta de agua. Hay que buscar dónde colocar el pie y a pesar de ello , este se hunde en la turba. Atravesamos el río por otro puentecillo de madera.
Al fondo se ve una morrena glacial y detrás de ella, imagino, se encuentra el lago. Por fin llegamos a él y desde allí las vistas son espectaculares ( creo que nunca he utilizado tantas veces esta palabra...).
La vuelta se hace por el mismo camino pero no por ello deja de conmovernos el paisaje. Me temo que la lluvia nos va a coger, pero pasa por delante como una cortina y solo nos a un pequeño susto.
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