Desde Escaldes-Engordany tomamos la carretera de
Engolasters. Hacia el km 6 encontramos un aparcamiento donde dejar el coche. A
partir de aquí, iniciamos la ruta tomando el camino de los Matxos.
Inicialmente, se trata de una pista ancha, accesible durante algo más de un
kilómetro hasta un merendero.
A partir de aquí se inicia el camino de montaña, estrecho,
algo empinado y especialmente bonito, con hermosos colores otoñales y buenas vistas sobre Engolasters y la parte más alta de Escaldes. Como se observa en las fotografías, se halla empedrado en casi toda la subida.
Llegados hasta Coll Jovell, tomamos el camino que inicia la
bajada hacia el valle. A pocos metros encontraremos un punto con vistas
espectaculares sobre el Valle del Madriu y también sobre el inicio del Valle de
Perafita. Si cualquier momento es apropiado para visitar el Madriu, creo que el
otoño es el mejor, desde mi punto de vista. Sobre el fondo verde de los pinos
destacan, en estas fechas, los amarillos y anaranjados de los abedules y los
avellanos.
Continuamos la bajada pasando por encima de las bordas del
Ràmio.
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| Destacan los abedules y los avellanos en sus colores amarillos y anaranjados sobre el fondo verde de los pinos |
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| Los últimos grlaciares de los Pirineos dejaron su huella sobre las rocas del fondo del valle |
El camino ahora sube paralelo al río hasta llegar al Refugio de Fontverd,
un paraje verde y despejado de árboles donde pastan algunos caballos.
Por desgracia, el móvil me juega una mala pasada apagándose,
lo que no me permite grabar la ruta de vuelta, aunque no hay problemas de
perder el camino.
Iniciando el regreso, y a menos de 10 minutos del refugio
hay una bifurcación. Tomamos el de la derecha, el camino del Ràmio, que discurre, con pequeñas subidas y bajadas
pero casi horizontal hasta encontrar , de nuevo, Coll Jovell, punto en el que
retomamos el camino por el que iniciamos la subida.
